Toda mi vida he sido muy meticulosa con la comida. Mi trastorno de la alimentación llegaba a extremos de no permitirme comer cosas que me pudieran engordar, y si las comía, mi ego me hacía sentir culpable, por lo que tenía que compensar machacándome duramente en el gimnasio al día siguiente o incluso el mismo día. Cuando una persona actúa así, está dirigida por la mente, por las creencias conscientes e inconscientes, está desconectada de muchas emociones reprimidas que no se ha permitido expresar durante la infancia.
Cuando una persona con trastornos de alimentación se priva de comer algo por sus creencias limitantes, lo que esta haciendo es fortalecer todo aquello que no se permite ser, es decir, hacer más grande su sombra, por lo tanto todas aquellas personas que , bajo sus creencias, no cumplan los estándares físicos que ella considera que hay que tener, le molestarán a la vista, hará juicios de ellas sin darse cuenta de que sus juicios hablan más de ella que de los demás.
«Los juicios que las personas hacen de ti, expresan más de ellos que de ti mismo» Enric Corbera
Durante años, me molestaba ver gente gorda. Creía que eran personas despreocupadas de su físico, precisamente porque para mi era muy importante mi físico. Era de tal importancia que mi vida se basaba en trabajar y entrenar físicamente o salir a escalar siempre que podía. Eso sumado a que no me permitía ingerir comida que me pudiera engordar, sufría de un estrés diario del que no era consciente. Mi físico me hablaba, pero yo no le hacía ni caso. Me apareció una enfermedad autoinmune, lupus eritematoso, como os conté en otro post, señal de que me estaba autodestruyendo, y también empezaba a perder esmalte dental. Recuerdo que mi dentista me preguntó si apretaba los dientes por las noches, a lo que yo respondí que creía que no. Creía que no tenía estrés, sin embargo vivía en un estrés constante al que me había acostumbrado pero del que no era consciente.
Las analíticas también me revelaban ese estrés ya que los parámetros de colesterol y cortisol siempre daban elevados. La doctora que revisaba mis analíticas me dijo asombrada que tenía que volver a estudiar la carrera de medicina para entender lo que me pasaba. Me encantaría enseñarle ahora que no hay que saber más información sino desarrollar la expresión emocional para descubrir para qué nos pasa lo que nos pasa y qué es lo que nuestro cuerpo nos quiere decir.
La sombra y las creencias inconscientes
Nuestra sombra, todo aquello que no nos permitimos ser, la proyectamos en el exterior. Todo aquello que me molesta de los demás es lo que no me permito ser. ¿Y por qué no me permito ser aquello que me molesta? Hay que pararse a observar cuál es la creencia que domina nuestros actos. En mi caso, no me permitía engordar, pero ¿qué pasa si me engordo? Dentro de mi yacía una creencia profunda que conectaba a una emoción reprimida, la rabia. Las emociones son inherentes al ser humano, son un mecanismo de supervivencia que nos lleva a actuar, como os comenté en otro de mis posts. Tienen un sentido biológico que es adaptarnos al ambiente en el que vivimos. En mi caso, el trastorno de alimentación escondía detrás una rabia hacia mi madre que la manifestaba contra mi cuerpo, una rabia porque no me quiso como a mi me hubiera gustado que me quisiera.
Gracias a la autoindagación y el cuestionamiento de mis creencias, he descubierto una fuerte creencia que venía ligada a mis trastornos alimenticios. «Si me engordo mi mamá no me querrá». Esta creencia se grabó en mi inconsciente y dominó mi vida. Durante mi adolescencia solía ver a mi madre hacer juicios sobre los cuerpos de otras mujeres, juicios que hablaban más de ella que de los demás, pues a ella nunca le gustó su cuerpo, pues también ella tenía una relación amor odio con su madre que se reflejaba en sus creencias y en sus comportamientos.
Como os explico en otro artículo, los trastornos de alimentación suelen venir motivados por la relación amor odio entre madre e hija debido a una ausencia de alimento emocional por parte de la madre y la búsqueda de su reconocimiento por parte de la hija. Detrás del comportamiento de la hija se esconde una rabia no expresada que se manifiesta contra su propio cuerpo.
Para mi madre era muy importante la imagen física, incluso llegó a operarme de las orejas cuando tenía diez años para que no se burlasen de mi, pese a que yo no recuerdo tener ningún trauma por eso. Mi madre también actuaba bajo unas creencias inconscientes que dominaban su vida, porque ella también fue una niña criada en un entorno familiar carente de reconocimiento, con una relación amor odio con su madre, por lo que, como ser humano y por instinto de supervivencia, se alejó de ella, adentrándose en la sociedad, influenciada bajo unas creencias sociales que condicionaron su vida.
Como veis, la historia se repite, mi relación amor odio con mi madre, la ausencia de alimento emocional, rechazo hacia mi cuerpo y juicio hacia otras mujeres es la misma historia que vivió mi madre con su madre. Tomar conciencia de ello me permitió ver a mi madre con otros ojos, desde el amor y la compasión, pues ella nunca supo hacerlo de otra manera. «Te amo mamá».
«No es lícito entonces suponer que ninguna generación es capaz de ocultar a la que le sigue sus procesos anímicos de mayor sustantividad». Sigmond Freud
Detrás de cada comportamiento hay una intención, y detrás de cada intención hay una creencia. Tras mi comportamiento obsesivo con el deporte y la alimentación, había una intención, no ganar peso o perder peso, y detrás de esa intención hay una creencia inconsciente «si me engordo mi mamá no me querrá».
Cuando dejaba de comer aquello que creía que no debía de comer, la sombra acababa poseyéndome, y en mi caso lo manifestaba con atracones de comida cuando llegaba a casa. Todos y cada uno de nosotros tenemos un Dr. Jekyll y un Mr. Hyde, todos tenemos una sombra que se compone de todo aquello que creemos que no somos y que cuando lo vemos fuera nos incomoda y cuanto más lo negamos más acaba poseyéndonos.
«Tanto si nos sentimos muy ligados a algo o a alguien, como si lo eludimos u odiamos, estamos abrazando o luchando con la sombra». Ken Willber
«Todo lo que te molesta de otros seres, es sólo una proyección de lo que no has resuelto de ti mismo». Buda
Detrás de una creencia hay una intención positiva que nos permite potenciarnos en otros aspectos. Gracias a la creencia de la que os vengo hablando potencié mi interés por la alimentación saludable, el deporte e incluso los métodos de entrenamiento orientados a la escalada. Mi creencia potenciadora sobre «llevar un estilo de vida saludable» la he llevado siempre al extremo, pero hoy en día, consciente de ello, me permite llevar una vida muy saludable y equilibrada.
Como todas nuestras creencias determinan nuestra vida y controlan nuestra biología, como dice el biólogo celular Bruce H. Lipton, lo mismo me da comerme una tostada de pan de espelta integral con aceite de oliva virgen extra y tomate biodinámico, que comerme una napolitana de chocolate con aceite de palma y grasas refinadas. A lo que me refiero es que no es tan importante lo que comemos sino cómo nos lo comemos, si creo que me va hacer bien, o me la estoy comiendo con remordimientos y culpabilidad. Todo depende de la creencia que le pongas a cada acto de tu vida.
«No son las hormonas ni los neurotransmisores producidos por los genes los que controlan nuestro cuerpo y nuestra mente; son nuestras creencias las que controlan nuestro cuerpo, nuestra mente y, por lo tanto, nuestra vida». Bruce H. Lipton
Vivimos en un mundo dual con una mente dual, pero dentro de nosotros yace la totipotencialidad, la Consciencia de Unidad. Somos Todo y no somos nada. La identificación con unas creencias es cosa de nuestro ego que se cree separado del resto. Comer comida saludable es perfecto, al igual que comer comida insaludable lo es. Cada uno con sus creencias y estilos de vida, el problema es hacer de la creencia un dogma de fe, llevándola al extremo y juzgar a los otros porque no cumplen con tu creencia.
¿Te atreves a despertar? Pregúntate ¿qué creencias condicionan tu vida?, ¿qué frases repetían tus padres en casa durante tu vida que fueron conformando unas creencias en ti? y ¿qué intención positiva hay detrás de esas creencias?.
Alimentación consciente
Desde mi experiencia, llevar una vida equilibrada y saludable ayuda al medio ambiente con el que tenemos que convivir y nos ayuda a sentirnos mejor con nosotros mismos. Cualquier extremismo esconde detrás un problema inconsciente, por lo que propongo siempre el equilibrio, todo es perfecto según la intención que le pongas al comportamiento. No polarizarnos ni hacer dogmas de fe. Uno puede creer «ser» vegetariano, vegano, crudivegano, ovolacteovegetariano, macrobiótico, jabugovegetariano 😛 … pero lo que está haciendo es engordar su sombra con todo lo que cree no ser, privándose de ser todo lo demás. Está muy bien tener unas preferencias en la alimentación, siempre y cuando no hagas un dogma de fe y critiques aquellos que no cumplan con tus creencias.
Ya que se acercan las Navidades, propongo que disfrutéis del buen comer en buena compañía, porque seguro que os sienta mejor la comida si estáis emocionalmente tranquilos y en paz con vosotros mismos. Las reuniones familiares pueden remover muchas emociones, así que date la oportunidad de identificar si estás en coherencia, si estás donde quieres estar o estás porque crees que debes de estar. Tus incoherencias se manifestarán en tu vida, ya sea físicamente o en dificultades que te surjan.
Pregúntate siempre, ¿pienso, siento y actúo en coherencia? Pues es la clave del bienestar emocional.
Me despido con una bella frase de Un Curso De Milagros que dice así:
» Cuando te encuentras con alguien, recuerda que se trata de un encuentro santo. Tal como lo consideres a él, así te considerarás a ti mismo. Tal como lo trates, así te tratarás a ti mismo. (…) Nunca te olvides de esto, pues en tus semejantes o bien te encuentras a ti mismo o bien te pierdes a ti mismo». Texto: Cap.8-III, pag. 158
Felices Fiestas 🙂
Pd.: Para aquellos interesados en conocer un poco más sobre la sombra y el posicionamiento de la psique, les recomiendo los «libros relacionados con la sombra» , los «libros relacionados con la biología, la física cuántica y la consciencia» y los «libros relacionados con el psicoanálisis» de Carl Gustav Jung, en particular Vivir con la sombra de Connie Zweig y Steve Wolf y La biología de la creencia de Bruce H. Lipton. Los encontraréis todos en la sección de mi blog LIBROS. Saludos familia!
Muy buen artículo, sigue así.
Un saludo desde Alicante.
Gracias por leerme Fernando, un abrazo.