El despertar

Y entonces supe que tenía que despertar, despertar de una vida que me suponía sacrificio, esfuerzo, lucha, constancia, dedicación, cansancio, estrés…

Mi felicidad se basaba en todo lo exterior a mi. Pensaba que si quería algo en la vida tenía que esforzarme y luchar por ello. Que sin esfuerzo no había recompensa. Así que fui construyendo una vida a base de lucha, constancia y dedicación. Meta que me proponía, meta que conseguía y ¿como me sentía? No sentía nada. Después de conseguir aquello que me proponía venía el reconocimiento social pero el vacío seguía estando allí, en lo más profundo de mis entrañas.

Un vacío emocional tan grande que he dedicado todos estos años de mi vida a  intentar llenar mediante esfuerzo y sacrificio para sentirme alguien en esta sociedad. La búsqueda inconsciente del reconocimiento exterior se basaba en la carencia afectiva y de reconocimiento que había tenido durante mi infancia por parte de una madre y de un padre que no lo supieron hacer de otra manera. Seguía siendo esa niña que hacía cosas para sentirse observada, para sentirse amada. La búsqueda constante de TENER cosas y de HACER cosas para SER alguien.

El despertar de tu conciencia para conectar con la Consciencia Universal.

Mi cuerpo me daba señales de advertencia pero mi mente no las quería ver. Estaba demasiado ocupada con mis preocupaciones diarias que no me permitía ver más allá. Mis síntomas eran extraños y ningún médico conocía las causas de mis enfermedades, sólo se limitaban a recetarme pastillas que paliasen los efectos de la enfermedad.

Fue entonces cuando a finales de 2016 empezó mi búsqueda. Tenía un trabajo estable como Guardia Civil, que había conseguido con duro esfuerzo y perseverancia para enfrentarme a una oposición de tan sólo 40 plazas para toda España en 2012/2013. Tenía un coche, una casa y un trabajo estable, ¿qué más podía pedir? ¿No era eso la llamada felicidad? ¿No es eso a lo que aspira la gran mayoría de la sociedad?

Llevaba cuatro años sin tener la menstruación, enfermedad diagnosticada como «amenorrea», así que entendí que algo no iba bien. Decidí probar la medicina alternativa, asistiendo a terapias de constelaciones familiares, reiki, medicina ayurveda, homeopatía y meditación, pero mi cuerpo no reaccionaba a ello y yo seguía sin tener la regla.

En febrero de 2017 decidí inscribirme en los cursos de Bioneuroemoción que imparte Enric Corbera Institute. Había visto algún video suyo pero nunca antes había resonado tanto con él. Sabía que era el momento así que me entregué a aquella experiencia de auto descubrimiento y sanación.

Durante la primera semana mi ego se resiste a ver mi verdadera esencia. Paso días llorando y sin dormir, entendiendo cómo mi educación, la vida de mis padres y de mis abuelos, y hasta las emociones que sentía mi madre durante mi gestación, llegan a afectar en mi desarrollo como persona, pues todo en este Universo es energía, es información, y esa información somos nosotros.

Mis creencias se desmoronan, mi identidad se derrumba. ¿Quién era entonces? ¿No soy Patricia, esa mujer valiente, luchadora, Guardia Civil y escaladora con la que me identificaba?

El despertar de tu conciencia para conectar con la Consciencia Universal.                                    El despertar de tu conciencia para conectar con la Consciencia Universal.                     El despertar de tu conciencia para conectar con la Consciencia Universal.

Empecé a entender por qué de manera inconsciente hacía lo que hacía, vivía la escalada como la vivía, trabajaba donde trabajaba, y tenía las enfermedades que tenía. Entonces desperté, desperté a una nueva vida donde mi inconsciente no dominase esos actos que tanto me estaban destruyendo.

Hice consciente lo inconsciente, y durante aquella mágica experiencia que duró dos semanas, experimenté lo que es vivir en «el aquí y el ahora». Sentía la energía del amor día a día. Me sentía conectada con todas aquellas personas y agradecida. Ya no quería controlar nada para que las cosas fueran como a mi me gustaría que fuesen. Ya no planificaba el mañana, sólo vivía el presente y fue ahí donde el Universo me fue mostrando el inmenso poder que existe en cada uno de nosotros.

Mis pensamientos cesaron conforme pasaban los días del curso. Era como vivir en una nube de felicidad y paz, ninguna preocupación por querer controlar nada, sólo fluir y dejarse llevar por cada momento presente. Estaba tan conectada con esa energía universal que una tarde me deleitó con un poderoso momento.

Estaba sentada frente al mar, era de noche y las olas golpeaban salvajes contra la orilla. Mi mente estaba en blanco y mi respiración comenzó a acelerarse. Empecé a bostezar y bostezar, era un no parar, sentía las lágrimas caer sin cesar por mis mejillas, mis manos y mis pies empezaban a quedarse sin sensibilidad, un hormigueo circulaba por mis extremidades. Entonces empecé a temblar, sentía mi pecho expandirse y conectarse con una energía sobrenatural. Sentía un amor inmenso canalizarse a través de mi pecho.

Cuando mi mente se activaba con pensamientos del tipo «¿qué me está pasando? ¿será peligroso?» dejaba de sentir la intensidad de aquel mágico momento, así que decidí no pensar y dejarme llevar por aquella divina experiencia. Tras ratos y ratos de éxtasis energético mi cuerpo empezaba a agotarse, el cansancio y el hambre me hicieron volver en si. Regresé a  casa llorando de felicidad, agradeciendo a «Dios» aquella divina experiencia que me dio a conocer lo que hay más allá de la mente pensante, detrás de ese ego que se identifica con los pensamientos, la emociones, los valores, las creencias.

El despertar de tu conciencia para conectar con la Consciencia Universal.

 

Elegir vivir tu vida con coherencia entre lo que piensas, lo que sientes y lo que haces nos hace libres. Los actos del presente determinan tu futuro. ¿Para qué haces lo que haces? ¿Para sentirte amado? ¿Para sentirte respetado? ¿Para sentirte reconocido? ¿Qué hay detrás de todo eso? Como ya os comenté en mi blog de escalada cuarentayunagazas.blogspot.com, pregúntate siempre PARA QUÉ haces lo que haces y no el POR QUÉ, porque el por qué te va a llevar a excusas y justificaciones de tu ego, mientras que el para qué va a llevarte a destapar emociones ocultas que nos llevan a la infancia y que están ahí, reprimidas en lo más profundo de nuestro ser.

A los 28 días de tomar consciencia en el curso, me bajó la regla después de cuatro años. Mágico, ¿verdad? Pues sí, tú tienes el poder de sanar, sólo tú, es la mente la que enferma, el cuerpo solo es un medio de comunicación.

Me despido con una frase de Un Curso de Milagros que dice: «El objetivo del plan de estudios es: Conócete a ti mismo«. (Texto:cap.8-III, pág.158), es doloroso sí, pero nadie dice la paz y la felicidad que se esconde detrás de este camino.

 

El despertar de tu conciencia para conectar con la Consciencia Universal.

 

 

Patricia Guijarro

Acompañante y mentora de mujeres que quieren mejorar su autoestima, salud y bienestar emocional. Inconformista y buscadora de la verdad, he descubierto el poder que tienen las emociones y los pensamientos en nuestra vida.

Esta entrada tiene 10 comentarios

  1. Gertrudis CASTELAN

    HOLA ,gracias a ti y a Dios que tenemos estas personas como tu que nos trasmite
    Ver la realidad y abrir nuestros ojos a la verdadera VERDAD me hisiste mucho bien muy emocionante todo lo que me dejas es una PAZ interior con mucha energía DIOS TE WIGA BENDICIENDO
    UN ABRAZÓ BENDICIONES SALUDOS BENDICIONES

    1. Patricia Guijarro

      Gracias a ti Gestrudis por permitirte ver.
      Un abrazo

  2. Bea

    Gracias gracias gracias

  3. Ana

    Me ha emocionado este post✨

    1. Patricia Guijarro

      Preciosa, y como me emociona que te emocione. Todos somos Uno. Poder compartir mi experiencia es acompañaros a cuestionaros, a autoindagaros.
      Es mágico. Vivir en el momento presente cada instante del día te hace conectar con la Consciencia, con el Campo de las infinitas oportunidades.
      Somos energía, somos información, y la energía ni se crea ni se destruye, se transforma.
      Gracias 🙂

  4. Fernando

    Hola Patricia. ¡Maravilloso artículo! Me has dejado sin palabras y lleno de incertidumbre, con ganas de saber más.

    Muchas gracias por compartir con nosotros.

    Un saludo desde Alicante.

    1. Patricia Guijarro

      Gracias a ti Fernando 🙂 Me alegra despertar el interés de las personas por algo que todos tenemos al alcance pero que desconocemos o tememos hacer uso de ese poder que anida en nuestro ser. Espero que mis lecturas te sirvan de inspiración para seguir el camino. Un fuerte abrazo

  5. Miguel A. Sojo

    Sólo puedo sentir mil cosas llamadas emociones emociones y únicamente decir una palabra; Impresionante!!!.
    Realmente me has dejado sin palabras con tu relato, y por supuesto por tu fuerza de voluntad que sin querer, has hecho que re-escriba algunos párrafos descolocados en mi mente, y por ello te doy las gracias.

    1. Patricia Guijarro

      Hola Miguel. Agradezco tus palabras y me llena de amor haberte hecho «reescribir algunos párrafos en tu mente» como tu describes. Hay que permitirse sentir y conectar con uno mismo. Cuando indagas en el pasado es una oportunidad para perdonar, comprender y amar, para dejar ir esas emociones y vivir en paz. Es el camino de la autoindagación, de la conexión con el niño interior. Gracias a ti.

Comentarios cerrados.