Vives en lucha con tu cuerpo siendo incapaz de aceptarte con amor
Tu ansiedad te lleva a tapar las emociones con la comida, las redes, el deporte, el trabajo, el exceso de sexo, la ausencia de él…
No tienes un propósito en la vida y la falta de confianza en ti misma te paraliza
El apego a tus relaciones te desconecta de tu poder personal
La inseguridad con tu cuerpo te impide gozar de seguridad y autoestima
Tu falta de amor propio te lleva a humillarte, rechazarte y abandonarte por la aprobación de los demás
Sientes la competitividad con otras mujeres
No tienes relaciones maduras y comprometidas con el masculino